FORMULACION

La formulación de un tejido 3D consiste en el diseño y construcción de una estructura textil con tres ejes de hilo: urdimbre (X), trama (Y) y ligadura o espesor (Z). A diferencia de los tejidos convencionales, que solo tienen dos dimensiones (largo y ancho), el tejido 3D incorpora un tercer conjunto de hilos que atraviesa el espesor de la tela, proporcionando volumen, resistencia y estabilidad estructural.

El proceso comienza con la definición del patrón de entrelazado, donde se establecen las trayectorias de cada hilo en las tres direcciones. Posteriormente, se seleccionan los materiales adecuados (hilos) según las propiedades deseadas: flexibilidad, resistencia, absorción, entre otros. Con ayuda de maquinaria especializada o software como Hengqiang, se diseña el modelo digital del tejido. Finalmente, el tejido se produce en telares adaptados que permiten el control simultáneo de los tres ejes de hilos.

El resultado es una estructura textil tridimensional que puede emplearse en aplicaciones técnicas, industriales, deportivas y de moda, gracias a su mayor durabilidad y funcionalidad.

 El primer paso en la formulación de un tejido 3D es el análisis de su aplicación final. Dependiendo de si se utilizará en la industria automotriz, aeroespacial, médica, deportiva o en moda, se seleccionan los materiales adecuados, como fibras naturales, sintéticas o técnicas (carbono, vidrio, aramida, etc.). Posteriormente, se define la arquitectura del tejido, es decir, la forma en que los hilos se entrelazan entre sí para lograr resistencia mecánica, flexibilidad, absorción de impactos o propiedades térmicas.

Con el diseño conceptual en mente, se utilizan herramientas digitales especializadas, como el software Hengqiang o Wilcom, para crear un modelo tridimensional preciso del tejido. Estos programas permiten visualizar la distribución de los hilos, simular su comportamiento y realizar ajustes antes de llevar el diseño al telar. La fabricación se realiza en máquinas de tejer adaptadas o desarrolladas específicamente para tejidos 3D, capaces de controlar simultáneamente los hilos en las tres direcciones.

Durante el proceso de tejido, los hilos de ligadura (Z) desempeñan un papel fundamental al unir las diferentes capas de urdimbre y trama, lo que da como resultado una estructura sólida, sin necesidad de costuras ni ensamblajes adicionales. Esto no solo mejora la durabilidad del tejido, sino que también reduce el desperdicio de material.

Finalmente, el tejido 3D pasa por un proceso de acabado donde puede ser sometido a tratamientos térmicos, impermeabilización, tintura o recubrimientos funcionales según su destino de uso. El resultado es un textil innovador con múltiples ventajas sobre los tejidos planos: mayor resistencia, adaptabilidad, absorción de impactos y ligereza.